Las dos últimas semanas previas al parto pueden producirte varias preocupaciones, ¿verdad?
Debes calmarte y consultar al ginecólogo cualquier duda que te surja estos días, así como los síntomas que experimentes para que controle adecuadamente la salud del bebé y la gestación no corra peligro. En este artículo te revelamos los detalles más importantes de las 41 y 42 semanas de embarazo.
Contracciones y por qué no nace el bebé en la 41ª y 42ª semanas de embarazada.
Aunque no has entrado en parto, el bebé crece en el interior de tu vientre. Su estatura podría superar el medio metro y pesa más de 3 kilos, concretamente entre 3200 y 3600 gramos.
Antes de sacar conclusiones precipitadas, el ginecólogo valorará la decisión de una inducción del parto si ve que el bebé no nacerá pronto, ¡ya que no va a estar toda la eternidad en tu panza! Lo normal es que, si entras en postérmino, no se permita alargar más de dos semanas el embarazo. Es la mejor forma de evitar complicaciones.
Un porcentaje reducido de mujeres embarazadas tienen retrasos que superan las 41 semanas teniendo en cuenta la fecha que se previó para dar a luz. Un suceso muy corriente es que el bebé nace con sobrepeso, y podría tener la piel un poco seca al encontrarse tan apretado en el útero.
Asimismo, si no rompes aguas pronto y dilatas, sería necesario inducir el nacimiento para evitar que se produzca una infección que ponga en riesgo tanto a la madre como al bebé. Y, como el feto tiene un tamaño mucho mayor, podrías necesitar una cesárea.
Sin embargo, la decisión final la tomará tu doctor. Él realizará las pruebas pertinentes como ecografías y ultrasonidos antes de concluir algo. No te preocupes, ¡seguro que estás en buenas manos! Ya se acerca el final del embarazo y sólo debes pensar en la felicidad que sentirás al conocer a tu hijo o hija.
¿Cuántos meses son?
Ya has superado un tiempo que equivale a los 9 meses desde que tuviste la menstruación, no desde la propia fecundación.
Síntomas de parto tras 41 y 42 semanas de embarazo.
El primer síntoma que podrías presenciar es la ansiedad. Ves que el bebé no nace y te puede pasar de todo por la cabeza. Pero, como te hemos dicho, no debes inquietarte ya que el embarazo ha llegado literalmente a su fin.. Si no te pones de parto naturalmente, se inducirá, y el nacimiento será total mente seguro.
Hay diversos síntomas que la mamá podría experimentar, la mayoría de ellos ya los tenías, pero intensificados:
- Dolor lumbar. La columna vertebral se inclinó semana a semana para poder soportar el peso del feto. Por eso andas de un modo algo extraño.
- Algunas partes del cuerpo se hinchan. El doctor te habrá hecho pruebas para descartar la preeclampsia.
- Dolor de regla, posible flujo blanco.
- Podría formarse un tapón mucoso.
- Pinchazos en el abdomen.
- Hay madres que presentan un síntoma curioso. En vez de sentirse cansadas, están llenas de energía y se ponen a arreglar el cuarto de su bebé para que esté bien preparado al nacer. Es el más puro instinto de la maternidad.
- Si estás sin contracciones, ve al médico.
Algunas curiosidades en este periodo de gestación.
Es un porcentaje relativamente bajo (pero importante) de mujeres que alcanzan las 42 semanas como embarazada. Hay una explicación de haber llegado a postérmino, y es que se cometió un error al establecer la fecha prevista para dar a luz, ya que no se calcula desde la concepción o fecundación, sino desde el primer día que tuviste la última regla.
¿Cuáles son los riesgos para el bebé y la mamá?
Existe una serie de sucesos tras superar la fecha de parto estipulada por el doctor. Para empezar, la placenta ya no ejercerá su funcionalidad con efectividad, irá deteriorándose poco a poco y el bebé no recibirá la cantidad adeuda de nutrientes. También podría acumularse un exceso de ls desechos producidos por el feto.
Además, la hipermaduración de la placenta influye en el oxígeno que recibe el bebé, algo que pondría en riesgo su organismo. Para que esto no ocurra, el ginecólogo lo tiene todo controlado y no habrá problema si se induce el parto. Otros riesgos aparecen por la compresión del cordón umbilical o la aspiración del meconio.